Jiménez y Villanueva, los policías protagonistas de «El asesino de la regañá», retornan a las librerías con un nuevo y divertido caso surgido del ingenio de @Rancio y ambientado en Triana. En esta ocasión tendrán que enfrentarse a un criminal de perfil taurino cuyas víctimas son personajes cercanos a Serva La Bari, hermandad guardiana de las esencias sevillanas

«La web de El Correo de Andalucía abre con un gran titular: «Todos los detalles del siniestro asesino del estoque». Jiménez y Villanueva se miran perplejos». Este texto, incluido en el capítulo treinta y tres de El enigma del evangelio ‘Triana’ (El Paseo Editorial), y que aglutina prensa local, sucesos y toros, da buena cuenta de la capacidad de Julio Muñoz Gijón @Rancio para convertir la cotidianeidad en materia de ficción. Y es que si por algo destaca su desternillante proyecto literario —el cual tomó cuerpo hace más de un lustro con El asesino de la regañá, es por contener elementos de la cultura popular hispalense, desde figuras emblemáticas del fútbol y la Semana Santa a artistas de la canción y el espectáculo, pasando por establecimientos que son toda una referencia en el ámbito local. Espacios comunes que contribuyen de manera decisiva a enganchar al lector y le predisponen a participar en el juego. En la última entrega, inspirada en el best seller mundial El Código Da Vinci y ambientada en el barrio de Triana, Jiménez y Villanueva tendrán que enfrentarse a un criminal cuyo modus operandi entra en relación directa con el mundo de la tauromaquia, y al que la búsqueda de un extraño documento le empujará a asesinar a importantes personajes situados en la órbita de Serva La Bari, hermandad guardiana de las esencias de Sevilla. Una ingeniosa trama que, además de servir de homenaje al género del thriller con tintes religiosos, permite a Muñoz Gijón desplegar un arsenal de recursos humorísticos marca de la casa.

Un cadáver en Triana

Julio Muñoz Gijón @Rancio

Sin ir más lejos, El enigma del evangelio ‘Triana’ arranca en la iglesia italiana de Santa Maria delle Grazie, donde desde hace cinco siglos se custodia una de las obras de arte más reconocibles del planeta, la pintura mural La última cena, obra de Leonardo Da Vinci. Fresco que, tras ser sometido a una prueba de rayos X, arroja un dato sorprendente: además de los doce apóstoles canónicos, un decimotercer personaje se esconde entre las figuras de San Juan y Jesucristo, poniendo en jaque a las autoridades del Vaticano. Mientras, en la Comisaría de la Policía Nacional de Sevilla, sita en Blas Infante, el agente Jiménez se haya frustrado desde que la nueva comisaria —una granadina con escaso sentido del humor— le ha relegado a un puesto menor. Contratiempo que procura digerir haciendo trucos de magia para sus compañeros, aunque con escasa fortuna. No obstante, la aparición de un cadáver en un conocido bar de Triana, y el revuelo ocasionado por ello, obligarán a la jefa a replantearse su castigo e incluso permitir que Villanueva regrese de Madrid para incorporarse al caso.

Presentación el 23 de noviembre

Portada de «El enigma del evangelio Triana»

Muy en la línea de sus anteriores trabajos, esta nueva aventura de los protagonistas de El asesino de la regañá incluye todos los ingredientes que han hecho popular a @Rancio dentro de nuestra ciudad, e incluso fuera de esta. No en vano, El enigma del evangelio ‘Triana’ posee uno de los argumentos más atractivos de toda la serie, pues acierta al rescatar temas de la literatura noir, se adentra en terrenos de la historia sagrada y posee ese tono de aventura seudo académica y arqueológica que tanto gusta a los enamorados de las películas de Indiana Jones. Un cóctel que, debidamente condimentado con trasuntos locales y de nuestro folclore y con los imprescindibles chistes y sketches —el episodio del ‘pan que habla’ es magistral—, da como resultado un producto fresco y entretenido que se lee de una sentada. Esa es su mayor virtud, junto a la capacidad del autor para «maquillar» nombres y reeditar expresiones propias del imaginario colectivo sevillano. Contra el lógico desgaste —un problema inherente a cualquier saga que se precie— Muñoz Gijón aplica un remedio inusual pero efectivo: tirar de la actualidad y apoyarse en sus seguidores de Twitter, Facebook e Instagram, cediéndoles páginas a modo de epílogo. E incluso reinventar el modelo clásico de presentación, que por cierto tendrá lugar este viernes 23 de noviembre, a la una y media de la tarde, en el bar Santa Ana de la calle Pureza. Un acto en el que el autor, gracias a la colaboración de varios empresarios, invitará a cerveza y regañás a todo el que se lleve firmado el libro. Y es que hay veces que el fin justifica los medios, y en el caso de las #RancioNovelas, esto se traduce en risas muy beneficiosas para la salud.

Pin It on Pinterest