¿Cuándo surge la Cuaresma? ¿Por qué dura 40 días? ¿Por qué celebramos el Miércoles de Ceniza? A estas y otras preguntas trataremos de dar respuesta en las siguientes líneas
Un año más, comienza la cuenta atrás para una de las celebraciones más importantes del calendario, la Semana Santa. Si bien, para llegar hasta ella, antes hemos de asistir a un periodo litúrgico creado por los padres de la Iglesia primitiva en el que la comunidad cristiana se esforzaba en realizar una profunda renovación interior: la Cuaresma. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué surge esta tradición y qué significado tienen sus símbolos?
¿Cuándo surge la Cuaresma?
Para hallar sus orígenes hemos de remontarnos a finales del siglo II y principios del III, épocas en las que se llevaban a cabo ayunos como preparación de la Pascua; sin embargo, es a partir del año 332 cuando tenemos noticia de las primeras prácticas cuaresmales en Oriente, comenzando a celebrarse en Roma al menos desde el 385.
¿Qué significa?
El término Cuaresma procede de la palabra latina «quadragesima», en referencia al cuadragésimo día antes de la Pascua, siendo el tiempo litúrgico que abarca cuarenta días de purificación e iluminación interna, y que es celebrado en las Iglesias católicas, copta, ortodoxa, anglicana, y buena parte de la protestante.
¿Por qué dura 40 días?
Esta tradición se basa en el relato evangélico de San Lucas, donde se cuenta que Jesús, guiado por el Espíritu, pasó 40 días en el desierto, enfrentándose a la tentación del diablo. En la Biblia, el número 40 simboliza un tiempo de prueba y purificación. El Diluvio duró 40 días y 40 noches, representando la purificación de la Tierra. Moisés ayunó 40 días en el monte Sinaí antes de recibir la Ley. El pueblo de Israel vagó 40 años por el desierto antes de llegar a la Tierra Prometida. Elías caminó 40 días hasta el monte Horeb, donde experimentó la presencia de Dios.
¿Por qué celebramos el Miércoles de Ceniza?
La imposición de las cenizas hunde sus raíces en la religión judía, constituyendo un acto penitencial en el cual los fieles se cubrían la cabeza con ceniza y vestían un áspero paño llamado «cilicio». Jesús mismo pide la penitencia con ceniza y cilicio a las ciudades de Corozaín y de Betsaida, deplorando la impenitencia que vivían, y les vaticina la misma suerte de Tiro y Sidón si no hacen la penitencia respectiva a sus pecados (Mt 11, 21). Asimismo nos recuerda que nuestra existencia en la tierra es pasajera y por tanto la vida definitiva se halla en el Cielo. En cuanto a las cenizas utilizadas durante el «dies cinerum», estas se obtienen de quemar los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior, siendo previamente rociadas con agua bendita y aromatizadas con incienso.
¿Es el Miércoles de Ceniza un día de precepto?
La respuesta es no. Todos los días de precepto la Iglesia celebra un evento en la vida de Jesús, de María o de una persona (caso del Día de Todos los Santos). El Miércoles de Ceniza no se incluye dentro de esta regla, si bien, al marcar el inicio de un periodo que culmina en la Semana Santa, se considera un día de ayuno y abstinencia. Por otro lado, dentro de los cuarenta días de Cuaresma, la Iglesia celebra dos fiestas especiales: San José el 19 de marzo y la Anunciación del Señor el 25 de marzo.
¿Cuál es la razón de ayunar los viernes?
Durante su estancia en el desierto, Jesús fue tentado por el demonio con las mismas estrategias con las que Adán e Israel cayeron. Primero, apeló a la necesidad diciéndole que convirtiera las piedras en pan. Luego, intentó incitar la vanidad instándolo a lanzarse desde lo alto del templo para que los ángeles lo salvaran. Por último, le ofreció todo el poder del mundo a cambio de que lo adorara. Hace años, y con idea de recordar el sacrificio de Jesús, la Iglesia estableció el viernes como día para privarnos de comer algo característico de nuestra dieta como es la carne. Y aunque muchos suelen olvidarlo, dicha norma se extiende a todos los viernes del año según la Conferencia Episcopal, si bien dicha abstinencia puede sustituirse por prácticas piadosas todos los viernes que no son Cuaresma.
¿Qué reglas recoge la Iglesia acerca del ayuno y la abstinencia?
El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia, mientras que el Sábado Santo se recomienda su práctica. La ley del ayuno permite una comida completa y dos más pequeñas, con idea de ingerir algo de alimento por la mañana y por la noche. La obligación de la abstinencia (no comer carne) comienza a la edad de 14 años, mientras que la del ayuno obliga a todos aquellos con edades comprendidas entre los 18 y 59 años. Los párrocos y padres de familia deben asegurarse de que los menores, aunque no estén obligados por la ley del ayuno y abstinencia, sean educados en el sentido de la penitencia y alentados a realizar obras relacionadas de acuerdo a su edad.
¿Qué otros actos de penitencia pueden hacerse en Cuaresma?
La Iglesia recomienda hacer oración, dar limosna, dedicar nuestro tiempo al que lo necesita y vivir con especial preparación y devoción la confesión ante el sacerdote.
¿Por qué debemos realizar actos penitenciales?
Ya que el motivo principal del cristiano es seguir a Cristo, y dado que él mismo realizó actos penitenciales en preparación para su ministerio y antes de su Pasión, no existe mejor manera de recordarlo que siguiendo su ejemplo.
¿Cuál es el significado del color morado durante la Cuaresma?
El morado es un símbolo de penitencia adicional. Las Sagradas Escrituras señalan que Jesús, durante su Pasión, recibió un manto púrpura por parte de los romanos a modo de burla. Dicho color —y los días de penitencia correspondientes— conducirán al color blanco y a la celebración de la victoria de Cristo sobre el pecado.