Dirigida por George Roy Hill y con un reparto encabezado por Robert Redford y Paul Newman, «El golpe» se rodó en 1973, pero por su cuidada estética parece de los años 30. ¿Te gustaría conocer los secretos de su rodaje?

La película tiene lugar en 1936, en el apogeo de la Gran Depresión. Johnny Hooker (Robert Redford), un estafador en Joliet, Illinois, usa el «timo de la estampita» de una víctima confiada con la ayuda de sus socios Luther Coleman (Robert Earl Jones) y Joe Erie (Jack Kehoe). Alentado por la ganancia inesperada, Luther anuncia su retiro y aconseja a Hooker que busque a un viejo amigo, Henry Gondorff (Paul Newman), en Chicago para enseñarle «el gran engaño». Sin embargo, Luther morirá asesinado por un peligroso mafioso, Doyle Lonnegan (Robert Shaw), provocando que Hooker y Gondorff pongan en marcha su venganza.

La historia de «El Golpe» surgió del talento de David S. Ward, un joven de 25 años que, tras investigar sobre cómo trabajaban los estafadores decidió escribir un guion a lo largo de un año y ofrecérselo a Robert Redford, quien inicialmente lo rechazó por considerarlo inexperto. No obstante, el protagonista de «Descalzos por el parque» le recomendó que se lo llevase a su amigo George Roy Hill, un director respetado aunque no muy famoso, al que en ese momento no le sobraba el trabajo.

Pocos días después, el director llamó a Redford y le dijo que el guion era fabuloso y estaba decidido a rodarlo. Sin embargo el actor no lo tuvo claro hasta que Paul Newman aceptó interpretar a Henry Gondorff. De este modo repetirían juntos tras «Dos hombres y un destino».

Tal era el nivel de secretismo antes de buscar la financiación para el film, que David S. Ward se negó a revelar el final hasta que los productores se hubieron leído el guion por completo. Y es que este era tan bueno que llegaría a alzarse con el premio Oscar.

Ambientado en los años de la Gran Depresión, gran parte del argumento está inspirado en uno de los episodios del programa de radio «La vida de Harry Lime», dirigido por el legendario Orson Welles. Concretamente «Horse Play», de 1951, que a su vez estaba ambientado en una novela de los años 40.

Pocos sabrán que la oscarizada BSO de «El golpe» es música ‘ragtime’ compuesta por Scott Joplin a inicios del siglo XX. Al conocer este detalle, Ward se enfadó, pues no respetaba la época de su guion (1936). Roy Hill le convenció asegurándole que muy pocos se darían cuenta.

Curiosamente, en el momento en que se hizo la película, el alcalde de Chicago no permitía rodar escenas en la ciudad. Sin embargo, al conocer el proyecto de «El golpe», hizo una excepción y permitió que realizasen tomas durante tres días.

Muchos de los personajes de la película aparecen bebiendo cerveza de la marca Schlitz en distintas escenas, por lo que alguno podría pensar que se trata de publicidad implícita. En realidad, esta fue la mayor empresa cervecera durante la década de 1930.

Robert Shaw, el inolvidable actor de «Tiburón» que encarnaba al gánster Doyle Lonnegan, tuvo una lesión de tobillo jugando al balonmano durante los ensayos, de ahí que interpretase al personaje con una cojera.

La razón de que muchas de las escenas de la película se abran y se cierren como viñetas de tiras cómicas tiene que ver con la afición del director a los cómics. Desde muy pequeño, este los devoraba.

Antes de dedicarse a la interpretación, Robert Earl Jones, el actor que interpreta al timador Luther Coleman cuya muerte da lugar al golpe, fue boxeador bajo el pseudónimo de Battling Bill Stovall y llegó incluso a ganar un campeonato.

Cuentan que Robert Redford no vio la película hasta 2004, concretamente 30 años después de su estreno. Aún no ha revelado el motivo, pero algunos piensan que podría ser debido a su rivalidad interpretativa con Paul Newman.