Coincidiendo con la llegada de la primavera, la editorial Alfar publica «Mis leyendas de Sevilla», un trabajo realizado por dos profesionales de la infancia, Isa López Blanco y Teresa Guzmán, que viene a cubrir un vacío existente en este tipo de publicaciones. Este martes 19 se presenta en el Círculo de Labradores
Queridos niños. ¿Sabíais que el poderoso Hércules, tras recorrer miles de kilómetros y enfrentarse a un dragón de cien cabezas, vino a descansar a orillas del Guadalquivir? ¿O que la Torre del Oro protegía ese mismo río con ayuda de una amiga de Triana? Tal vez tampoco sepáis quién era la «giganta de Sevilla», qué Capitana ayudó a San Fernando a conquistar la ciudad o qué manos tallaron a la patrona de Sevilla. Pues bien, ya es hora de dar respuesta a estas preguntas e incluso aprender muchas otras anécdotas y curiosidades relacionadas con la capital del sur. Y es que este martes 19 de marzo se presenta, a partir de las seis de la tarde, en el salón de actos del Real Círculo de Labradores, ubicado en la calle Sierpes, Mis leyendas de Sevilla. O lo que es lo mismo, un curioso compendio de relatos e historias hispalenses contadas a los niños y publicado por la editorial Alfar. Sus responsables son, como no podía ser de otra forma, dos enamoradas de las letras, la cultura y el patrimonio; pero, sobre todo, dos profesionales curtidas en mil batallas —como Pelay Correa, Alfonso X o Pedro I— cuya relación con la infancia es tan estrecha como su pasión por la ciudad. Nos estamos refiriendo a Isa López Blanco, licenciada en Filología Hispánica, y Teresa Guzmán, licenciada en Bellas Artes y diplomada en Ciencias de la Educación, que han decidido unir sus fuerzas —su amistad ya viene de atrás— para dar forma a un libro «necesario», en palabras del profesor Manuel Jesús Roldán.
«Un libro abierto a la cultura»
Mis leyendas de Sevilla, que en breve podrá adquirirse en todas las librerías así como en las principales plataformas online, cuenta con un prólogo de Pablo Borrallo, historiador y escritor de títulos como Iconografía de la Semana Santa de Sevilla, Me llaman Jesús del Gran Poder o Dicen que nunca se rinde, quien nos da sus claves en las primeras páginas: «un recorrido por los orígenes de la ciudad, un paseo narrativo por la Sevilla antigua, romana, musulmana, medieval, renacentista, barroca y contemporánea. Un libro abierto a la cultura donde podéis disfrutar de varias áreas de conocimiento, desde la historia, la literatura, la música o la imaginería, a través de personajes como Hércules, la bella Susona, Fernando III el Santo, don Fadrique, Pedro I el Cruel, el Hombre de Piedra, Maese Pérez el organista o el Gitano de la Cava, pudiendo a la vez profundizar en la génesis verdadera de la construcción de dos emblemas de la ciudad: la Torre del Oro y la Giralda». El volumen, que contiene 65 páginas —por cierto marcadas de una manera muy original—, ve la luz coincidiendo con la llegada de la primavera, y, como es de suponer, incluye un buen número de ilustraciones. Estas están realizadas en su totalidad por Teresa Guzmán, quien se introduce a sí misma y a otros, como el propio Borrallo, a modo de cameo. Y es que la artista, que ya tiene en su haber publicaciones como La mirada de María en la Semana Santa de Sevilla, El Vía Crucis según Sevilla o Mis sevillanos ilustres, y carteles como el del 450 Aniversario de la Soledad de Castilleja, destaca por su habilidad para retratar situaciones del pasado con un estilo personal agudísimo, logrando captar nuestra atención casi al instante. Y si no, prueben a visitar su perfil de Facebook…
La importancia del diálogo
Entre los aspectos más sobresalientes de la obra —una singular aportación a la ya de por sí rica bibliografía local— merece la pena destacar el modo en que algunos personajes cobran vida a través de los diálogos. Es el caso de la conversación surgida entre Antonio Susillo, uno de los mejores escultores que ha dado España, y su discípulo Antonio Castillo Lastrucci, ambos presentes en el relato El Cristo de las Mieles. O la manera en que Fígaro —el célebre Barbero de Sevilla que inspiró la ópera de Rossini— narra en primera persona su relación con Almaviva, conde enamorado de una bella dama. Sin duda, un acierto por parte de Isa López Blanco, que contribuye a acercar al lector la historia que se narra, aportándole verdad. También hay espacio en Mis leyendas de Sevilla para explicar uno de los símbolos más importantes de la ciudad, el famoso NO8DO, la relación entre el navarro José y Carmen, la cigarrera de Triana, o las desventuras de una mujer valerosa e irrepetible que, tras fundar un convento, hoy forma parte de nuestro nomenclátor. En suma, una obra divulgativa y didáctica, salpicada con numerosos guiños, golpes de humor e ironía y, sobre todo, mucha empatía hacia los peques («Este cuento no es un cuento, que como lo viví te lo cuento»).