Antes de convertirse en una de las películas más exitosas de todos los tiempos, «Grease» arrancó su aventura como comedia musical en Chicago. ¿Te gustaría conocer su historia y los secretos de su rodaje?

El musical «Grease» fue concebido por un redactor publicitario, Jim Jacobs, y un profesor de plástica de instituto, Warren Casey. Ambos se conocieron en una compañía de teatro amateur en Chicago a principios de los sesenta. En el instituto, Jacobs había sido uno de los macarras engominados que representa la película; mientras que Casey era el típico empollón. Al tiempo que escuchaban discos de Led Zeppelin ambos lamentaron la muerte de las grandes canciones del du-duá de los 50. Lo titularían «Grease» en homenaje a una época en la que todo era grasiento: la gomina de sus peinados, el aceite de los motores de los coches que conducían y la grasa de la comida que consumían.

Esa descarnada y atrevida historia se estrenó el 5 de febrero de 1971 en una antigua cochera de tranvías en Chicago, y un año más tarde fue representada en el Eden Theatre de Nueva York. Allí la vio el productor Alan Carr y pensó que tenía posibilidades como película. Los derechos cinematográficos ya habían sido adquiridos por Ralph Bakshi (el animador que creó la versión animada de «El Señor de los Anillos»), pero cuando expiraron, Carr se hizo con ellos por 177.500 euros y se llevó el proyecto a Paramount. Carr fichó como director al novato treintañero Randal Kleiser —compañero de habitación en la universidad de George Lucas— y contrató al novelista sureño Bronte Woodard para que le ayudara a adaptar el guión. El primer borrador, presentado al estudio en diciembre de 1976, incluía a un Danny Zuko ayudante de camarero y empleado en una gasolinera, y a los Beach Boys protagonizando el número musical del garaje ‘Greased Lightnin’.

Stigwood, el coproductor de Carr, había firmado un acuerdo para filmar tres películas con un joven de 22 años llamado John Travolta que era la sensación del momento por la serie de la ABC «Welcome Back».  Aunque protagonizaría primero la cinta de Stingwood «Fiebre del sábado noche», se subió al carro de «Grease». En cuanto a Sandy, Kleiser pensó en Carrie Fisher, protagonista femenina de «La guerra de las galaxias», de su amigo George Lucas. Pero durante una cena, Carr conoció a la australiana Olivia Newton-John, y le explicó entusiasmado que sería perfecta para el papel. Pero la cantante —que había debutado en el cine en 1970 en una peli de ciencia ficción— no lo tenía claro. La clave estuvo en Travolta, que insistió en conocerla y aceptó hacer una prueba de cámara para calibrar la química que existía entre ambos. Y es que a la australiana le preocupaba su acento y la diferencia de edad con su ‘partenaire’ (ella tenía 29 años y él 23). Carr reescribió el papel de modo que Sandy fuera australiana; accedió a hacer la prueba de cámara y Olivia la clavó. Por último, el director de fotografía, Bill Butler, empleó un foco suave como truco rejuvenecedor.

Mientras tanto, se fueron seleccionando los demás integrantes del reparto. Jeff Conaway, que ya había actuado en la versión teatral al igual que Travolta, sería el ocurrente compinche de Zuko, Kenickie. Lucie Arnaz hizo la audición para el papel de Rizzo, pero se lo arrebató en el último minuto Stockard Channing, quien había coprotagonizado con Warren Beatty y Jack Nicholson «Dos pillos y una herencia», en 1975. Tenía 33 años.

Se rumoreaba que Elvis Presley —que fallecería al mismo tiempo que Grease se estaba rodando en Los Ángeles— estaba llamado a encarnar el personaje del ángel de la guarda, pero el papel acabó en manos de Frankie Avalon. Steven Ford, el hijo del presidente Gerald Ford, fue contratado para hacer el papel de Tom Chisum, el jugador de fútbol ‘musculitos’, pero justo después de los ensayos de baile, abandonó. En su lugar, Carr fichó a Lorenzo Lamas, de 19 años. Para el papel del entrenador Calhoun, Carr pensó en Harry Reems, el actor porno que se hizo famoso junto a Linda Lovelace en «Garganta profunda», pero el estudio se negó. El papel acabó finalmente en manos de Sid Caesar.

En junio de 1977 empezó el rodaje en el instituto Venice de Los Ángeles. Los incondicionales del original, como la coreógrafa Patricia Birch, contemplaron horrorizados cómo se edulcoraba el musical hasta transformarlo en un dulce batido de fresa. En el último minuto se añadieron 4 canciones nuevas. Un nuevo número en solitario para Travolta, «Sandy», y otro para Newton-John, «Hopelessly devoted to you», además del dúo «You’re the one that I want», y la canción inicial «Grease». El mayor cambio llegó con «Greased lightnin», un momento culminante para Kenickie en la versión teatral que en la película sería protagonizado por Travolta. Jeff Conaway no se lo tomó nada bien, y además se lesionó la espalda durante el rodaje.

Aquel verano hizo tanto calor que la escena del baile de instituto en el programa National Bandstand, rodada durante 5 días dentro de un gimnasio, fue tan dura que Michael Tucci, Sonny LaTierri, se desmayó y hubo que llevarlo a urgencias. Además hubo que interrumpir la producción cuando le director, Kleiser, cogió una infección en el pie por el agua estancada del río de Los Ángeles durante el rodaje de la carrera ilegal en la autopista del canal.

Como curiosidad, por el rodaje pasaron figuras tales como Uri Geller, Rudolf Nureyev, Jane Fonda o Kirk Douglas. George Cukor, primer director de «Lo que el viento se llevó», apareció en medio del ensayo del número final, «We go together».

El estreno, el 16 de junio de 1978, batió todos los récords de recaudación y se convirtió en un fenómeno internacional, pese a que la crítica fue durísima. Asimismo la BSO se convirtió en una de las más vendidas de la historia.