Tras el éxito de «La Semana Santa de la Transición» El Paseo Editorial vuelve a apostar por Manuel Jesús Roldán para agitar el mercado navideño. En esta ocasión, el autor nos sumerge en una obra heterodoxa donde se combinan sucesos históricos con reflexiones artísticas, siempre desde una visión culta y personalísima. Su título es «Historias de la Semana Santa que nunca te contaron»

Decía el francés Charles-Pierre-Gaston, duque de Levis, que «repetir es persuadir con más detalle»; una frase que se me viene a la cabeza a la hora de reseñar el último trabajo de Manuel Jesús Roldán publicado por El Paseo. Porque, si bien su encomiable compilación de sucesos, miradas y reflexiones acerca de la Semana Santa de Sevilla se presenta como algo inédito, muchos cofrades que se sumerjan en sus primeras páginas pensarán que no es así. Y me explico. Fiel a su compromiso con la ciudad y sus tradiciones, el popular historiador del arte, profesor de secundaria y docente en la «Universitas Senioribus» de la Fundación CEU San Pablo da a luz una nueva obra coincidiendo con las fiestas navideñas. Un regalo para los amantes del ruán y el incienso que antes de apurar los últimos mantecados ya piensan en los sones de cornetas y tambores más allá de la Cabalgata de Reyes. Y es que Historias de la Semana Santa que nunca te contaron recoge en su primer apartado diecisiete estampas extraídas de los anales de las cofradías, las hemerotecas y los archivos, algunas de las cuales son desconocidas para el gran público y otras están presentes en el imaginario capillita —la historia de la marcha Virgen del Valle es un buen ejemplo—. Es decir, un ramillete de escenas contextualizadas en diversas épocas —desde 1565 a 1992— que pese a ser públicas en su mayoría poseen el denominador común de estar muy bien escritas. ¿Acaso los cofrades de la Hiniesta no conocen los entresijos de la fundación de su hermandad allá por el XVI? ¿Es un secreto que la Macarena estuvo escondida en un domicilio particular de la calle Orfila? ¿O que Pasión pusiera rumbo al Salvador tras la Revolución de 1868…? Claro que todo amante de la Semana Santa hispalense ha oído hablar alguna vez de estos episodios, pero seguramente no los ha leído con el estilo característico de Roldán, un cronista del siglo XXI culto, agudo y divulgativo como pocos, cuyos textos se deshacen en la boca.

 

De Corrochano a Zamora

De ahí que resulte tan atractivo volver a pasear por escenarios cofrades comunes a través de su docta palabra. De hecho, cada uno de los episodios que componen esta primera parte del libro se puede volver a leer casi como material nuevo, o al menos desde un actualísimo punto de vista. Baste señalar el referido a la Madrugá de 1923, donde Roldán recoge un valiosísimo artículo del crítico taurino Gregorio Corrochano titulado «La noche de las saetas» en el que, entre otras anécdotas, se menciona a una saetera que es abucheada por el público tras llamar ‘Macarena’ a la Esperanza de Triana. O el referido a la «dictablanda» de 1930 —en palabras de Ortega y Gasset—, cuando el historiador da un repaso a la prensa del momento para mencionar el nombre de los cuatro cartelistas de las Fiestas de Primavera de entonces (han leído bien, cuatro). Pero, insisto, esto no es más que el aperitivo, pues amén de estos sucesos pintorescos y más o menos ignotos, el lector descubrirá otras treinta razones para disfrutar de la obra. Por ejemplo a través de los capítulos recogidos bajo el título «Otras miradas». Un apartado donde el profesor nos impulsa a viajar hasta 1747 para hablarnos del excelente grabado de Nuestro Padre Jesús Nazareno ejecutado por Pedro Tortolero, mientras esboza las cualidades de guardianes de la esencia sevillana, como el pintor García Ramos. En ese hermoso paseo, Roldán se detiene en la Generación del 27 a través de las ilustraciones del coriano Andrés Martínez de León, en la impronta húngara del fotógrafo Gyula Halász o en la belga del artista plástico Meunier, todos fervorosos admiradores de nuestra Semana Santa. Pero también en el talento de Atín Aya y José Antonio Zamora, dos retratistas de la Pasión más cercanos en el tiempo y la memoria.

 

Una buena colección de pinturas, documentos y fotografías

‘El Calvario’ de Lucas Cranach aparece en uno de los capítulos sobre Iconografía.

Historias de la Semana Santa que nunca te contaron se completa con un curioso repaso a la iconografía religiosa sevillana; desde la advocación más simbólica de la Virgen —María como modelo de espera en su gestación— a aquel sayón de Los Caballos que portaba una trompeta. Eso por no hablar del precioso capítulo dedicado a Getsemaní, donde el autor remite a artistas como Botticelli o Durero, o aquel donde se narra la historia del Cautivo de Medinaceli, que desde agosto de 1682 reside en Madrid. Pasajes que se rematan con los dedicados a Caravaggio, Martínez Montañés o Juan de Mesa, pero donde también se cita al autor del paño de la Verónica del Valle de 2018, el polémico Guillerno Paneque, pues Roldán tiene la virtud de no desdeñar absolutamente nada cuando se trata de Arte. Entre medias, su estupenda reflexión sobre la «unción sagrada» merece una lectura atenta, como todas aquellas citas que va desgranando en su interesante discurso, desde la primera a la última página —Hegel, Wölfflin, Borges, Eloy Blanco, Berceo o Wey, por citar a algunos—. Un ejercicio a ratos divertido y a ratos profundo, pero siempre didáctico, que se complementa con una buena colección de pinturas, documentos y fotografías salidas del archivo personal del autor, de colecciones privadas y públicas o de instituciones como la Fundación Pierre Verger o el Museo Reina Sofía. Lástima que el formato y la calidad de reproducción de las mismas no sean los más adecuados para su disfrute y contemplación. Pese a todo gustará a los entusiastas de Sevilla y su Semana Santa, como ya lo hicieron los anteriores títulos de Manuel Jesús Roldán, pues su estilo personalísimo y su forma de impartir magisterio, infrecuente por lo original, es garantía de éxito.